Se ha visto en miles de películas, nos lo han contado algunas amigas, pero nada como pasar por la experiencia ácida de la demostración de afecto no correspondido en palabras justo cuando una de las partes ya se ha atrevido a dar el primer paso, y sólo existe un espacio de unos 2-4 segundos para que la otra persona responda ¡Ah!y debe decirse directo a los ojos y sin parpadear, por qué si no, ¿qué es lo queda a la otra persona además de una sonrisa caída y una indignación justificada? La pareja puede seguir pero siempre quedará un sentimiento extraño, cercano al resentimiento por esa falta de correspondencia inmediata en las palabras amorosas
Quizá sea buena idea dar el beneficio de la duda, muchas cosas pasan por la mente de las personas y la mayoría no se dicen, quizá lo tomó por sorpresa una declaración como esa, no es que no sienta lo mismo, quizá es falta de costumbre pues en estos temas he visto dos tipos de personas: las que en cada relación que tienen juran estar enamoradísimos y al siguiente día llenan todo el espacio con "mi amor", "mi vida", "corazón" y varias más que hasta pueden resultar grotescas de escuchar en público; por el otro lado están los que no dicen cursilerías, no están su vocabulario, ni las imaginan y si están en una relación les cuesta mucho más decir esos te amo... Y como se sabe, los hechos dicen más que las palabras, aunque los hechos acompañadas de palabras bonitas no están del todo mal
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